Diagnóstico emocional.

Diagnóstico emocional

Como ya se sabe, el diagnóstico emocional hoy en día con la nueva normalidad que manejamos en el mundo, debe ser un tema primordial para fomentar el aprendizaje y poder obtener resultados en nuestros objetivos educativos. Si eres docente o manejas un grupo estudiantil, te dejamos información valiosa para que conozcas mas sobre el auxilio de emociones, comencemos.

¿Qué son las emociones?

Son reacciones que experimentamos a nivel cognitivo, fisiológico y subjetivo, tales como: alegría, tristeza, miedo e ira. Un ejemplo, la tristeza que sentimos al perder a un ser querido.

Y bien, ahora que identificamos las emociones, lo siguiente es conocer el contexto en el que trabajaremos, ya sea sincrónico, asincrónico, direccional o bidireccional. ¿Para qué? Para saber que herramientas vamos a utilizar y como nos vamos a dirigir a las personas.

Nuestros objetivos serán; el canalizar, mitigar y fomentar una salud emocional, como el estrés, la crisis sentimentales y la mejora del autoestima, por mencionar algunas.

Si bien, el encierro actual, el pensar en lo laboral, lo educativo y como se resolverá esta contingencia (covid-19) ya son temas que generan una emoción, imaginen a los docentes y alumnos como la están pasando… Entonces, ¿Cómo docente o persona frente al grupo que debemos hacer para manejar las emociones?

  •  Comenzar con un ambiente de trabajo saludable, tanto docente como alumno. Debemos fomentar el trabajar en el lugar indicado, un lugar que nos invite a trabajar y no a las distracciones.
  • Al inicio de tus actividades, deja la negatividad y se empático. Con ello crearemos un entorno amigable y de respeto.
  • Conforme se desarrolle el tema, hay que ser observadores e intuir con preguntas para saber como se sientes los alumnos. Y aquí, es donde comenzaremos con el diagnóstico de las emociones. Una vez que detectemos a alguien que requiera apoyo. ¿Cómo lo diagnostico?
    1. Seguir cuestionando, pero al cuestionar ser congruentes con tus preguntas basándote en edades, entorno social y forma de trabajo (presencial o remota), ya que no deseamos abrir puertas, sino solo conocer el contexto.
    2. En caso de que si exista algún detonante de emociones negativas, hay que canalizarlo. Se canaliza de dos formas, en una donde somos escuchas (que muchas veces esto es lo mas necesario), acompañantes y mediadores. Mientras el otro consiste en canalizarlo con un profesional (psicólogo, neurólogo, entre otros).
    3. Dar seguimiento, hacerlos reflexionar sobre la situación y dar una retroalimentación madura y honesta. Nada como la honestidad ante todo.
    4. Siempre, siempre, siempre al terminar tu actividad con el grupo de personas o alumnos, hay que dejarles concientizar algo, darles material, herramientas o una simple palabra positiva que los aliente a sentirse bien y que les un toque de motivación.

Así, es como podemos reconocer y aportar un poco a las emociones, así, ayudaremos a bastantes niños, adolescentes o adultos que están pasando un mal rato y que por este motivo, no se enfoquen en sus aprendizajes.

Recuerda que solo estamos diagnosticando y no reparando… esto no es una terapia a largo plazo.

Cualquier duda, estoy a sus ordenes por este medio o al correo info@soytavares.com



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